Pero no solo se puede
ahorrar dinero si no también energía, es el camino más eficaz para reducir las emisiones contaminantes de dióxido de carbono a la atmósfera, y por tanto
detener el calentamiento global del planeta y el cambio climático. Es también
el camino más sencillo y rápido para lograrlo. Por cada kilovatio /hora de
electricidad que ahorremos, evitaremos la emisión de aproximadamente un kilogramo
de CO2 en la central térmica donde se quema carbón o petróleo para producir esa
electricidad.
Además, ahorrar energía
tiene otras ventajas adicionales para el medio ambiente, pues con ello
evitamos: lluvias ácidas, mareas negras, contaminación del aire, residuos
radiactivos, riesgo de accidentes nucleares, proliferación de armas atómicas,
destrucción de bosques, devastación de parajes naturales, desertificación.
Todas estas ventajas se
traducen por sí mismas en una mejor calidad de vida, más aún si consumir menos
energía va unido a la mejora de los servicios que ésta nos proporciona, es
decir, se trata de mejorar la eficiencia energética.
Así pondremos freno a
la actual situación de despilfarro energético: en muchas ocasiones consumimos
demasiada energía, que no necesitamos y en otros casos no nos llega el servicio
que estamos necesitando y nos perjudicamos.
El ahorro de energía y
su importancia es tan fundamental como respirar, porque con cada inhalación
perdemos tiempo del que es necesario para salvar nuestro propio hábitat. Ya que
es la que puede mantener en pie nuestro mundo, la que puede hacer que todo sea
diferente la que le puede dar la vuelta a este mundo caótico, la que puede
hacer que todo lo que destruyo el hombre se pueda volver a recuperar sin
importar nada.
Se usa la energía en
diferentes formas en la vida cotidiana es utilizada para renovar o restaurar la
utilidad continua. Sin embargo, algunas de las formas de energía no pueden ser
renovadas como los combustibles fósiles. Estos combustibles son muy valiosos
para el hombre, y se deben tratar de conservar porque son de tal tipo que una
vez terminado no puede ser creado y conservado.
Una forma de ahorrar
energía es el reciclaje, es el método más simple de ahorro. El reciclaje de los productos ya utilizados donde estos pueden volver a ser útiles nuevamente, también
se toma menos tiempo y esfuerzo para hacer cosas nuevas o para crearlas a
partir de una nueva materia prima.
El ahorro de energía es
posible, incluso en los carros privados y otros vehículos. Por la limpieza de
los filtros y los lugares de aceite el carro consume menos gasolina. Sobrecarga
de un coche con más combustible también puede dañar su eficiencia. Las
bombillas de ahorro de energía en las escuelas también pueden ayudar más en la
conservación de esta. Incluso en las aulas si se apagan las luces cuando no son
necesarias se ahorra una gran cantidad de electricidad.
En las casas, los gases
suministrados se pueden guardar utilizándolos lo menos posible y usándolos sólo
cuando sea necesario pues es un gran gasto en la cocina. Tener en cuenta la
instalación de paneles solares es una muy buena idea para el planeta y para su
bolsillo. El uso indebido de la electricidad cuando dejamos la televisión o el
radio encendido y no hay nadie en ese lugar es una completa pérdida de energía.
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